viernes, diciembre 23, 2005

Hasta el año que viene

¡Qué poco estoy escribiendo este mes! Algunos días estuve enferma (ya estoy mejor), luego estuve demasiado ocupada y ahora con las vacaciones, lo que espero es que estéis todas bailando, y lo más lejos posible de un ordenador.

Pues eso. Feliz Navidad, pasadlo bien, y sobre todo, id a muchísimas fiestas y ¡a bailar!

miércoles, diciembre 21, 2005

Estilos: un baile árabe.

Con “árabe” me refiero a que es de Arabia. Alguna gente llama a la danza oriental o del vientre “danza árabe” por identificar todo lo que provenga de los países musulmanes con lo árabe, pero cada país tiene sus propios estilos.

Uno de los bailes que se practican en Arabia Saudí es sólo para mujeres: no sólo lo practican las mujeres, sino que tengo entendido que no se baila con hombres delante. No me parece raro: es una sociedad intensamente segregacionista y las mujeres deben encontrar maneras de divertirse solas. La web de Morocco dice que se baila en bodas. Pues no sé quién tendrá razón, si June que dice que se baila en privado o Morocco, o las dos. Samah ha visto espectáculos con este baile, pero no sé en qué país y no sé si era una fiesta privada o un espectáculo público.

En fin. El baile no tiene movimiento de caderas como los de la danza del vientre. Lo que más se mueve es el pelo: con el cuerpo y sobre todo la cabeza ligeramente inclinados hacia delante y el pelo suelto, la cabeza se mueve en un movimiento como de arco, lo cual hace que el pelo caiga a un lado, al otro, izquierda, derecha.... Esto se acompaña de una vibración de la mano. Sí, un shimmy, como la vibración de las caderas, pero de la mano, que se sostiene cerca de la cara, de forma que el codo hace un ángulo recto. Si queréis ver una foto muy buena de cómo se mueve la cabeza, tenéis que ir a la web de Morocco, picar en "repertoire" y leer hasta que lleguéis a "Raks al Nasha'al: Saudi Women Dance"

He visto a bailarinas occidentales (June, Leyla Jouvana) incorporar algunos movimientos de este estilo en sus coreografías de “danza del vientre”. Samah lo practica, y lo hemos hecho en clase en alguna ocasión. Si no se hacen movimientos bruscos con el cuello, a mí me resulta maravillosamente relajante para la espalda. Os lo doy como un ejemplo de que la danza oriental, del vientre, o como la queramos llamar es mucho más que simplemente sacudir la pelvis, y que se puede bailar con todo el cuerpo, ¡hasta con el pelo!

jueves, diciembre 15, 2005

postdata sobre el "puente"

Hay que añadir un par de detalles importantes:

Si te duelen las lumbares después de hacer el puente, lo estás haciendo mal. Nunca lo hagas sin supervisión y pregúntale a tu profesora en qué te estás equivocando. Si tu profesora dice que lo haces bien, y aún así te duelen las lumbares, mi intuición es que deberías cambiar de profesora, porque en un puente bien hecho las lumbares no trabajan. En cualquier caso, deja el puente y no lo hagas más.

Si te duele el cuello o la parte superior de la espalda al hacer el puente, empieza haciendo la postura Yoga de "la cobra", sin intentar llegar muy alto, sólo un poco cada vez. Es más fácil hacer la cobra que el puente porque en la Cobra estás apoyando el peso del cuerpo en los brazos, y además no hay problemas de equilibrio. La Cobra te dará la flexibilidad que necesitas para ir llegando al puente.

Es posible que al hacer el puente te marees o pierdas el equilibrio. Puede ayudarte doblar un poco menos el cuello. A unas personas les ayuda cerrar los ojos, a otras les pone peor: prueba las dos técnicas. Trabaja siempre muy despacio. Planta los pies firmemente en el suelo y acuérdate de mantenerlos separados.

Si tu maestra incorpora el puente a una coreografía en una clase de nivel mixto, tiene que proponer una alternativa para las alumnas que no puedan o no quieran hacerlo. Si no la da, es una mala coreógrafa, o peor, mala profesora. Creo que toda instructora de danza oriental debería por lo menos enseñar la técnica del puente a las alumnas avanzadas o de nivel medio-avanzado, pero nunca imponerlo. Hay gente que por su condición física (hernias, sospecha de hernia, problemas de equilibrio) no debe realizarlo, y gente a la que le cuesta más trabajo de lo habitual (falta de flexibilidad, desviaciones de columna). Si tu profesora insiste en que todo el mundo debe hacer el puente, y hacerlo grande, déjala y búscate otra. Las dos profesoras que yo he tenido son al mismo tiempo muy pacientes y muy vigilantes de la técnica correcta, y así es como debe ser.

martes, diciembre 13, 2005

Un movimiento espectacular: el puente.

Hasta donde yo sé, este movimiento pertenece exclusivamente a la danza oriental como espectáculo, y mi impresión es que se trata de una incorporación occidental. No tengo mejor forma de llamarlo que "puente"; en inglés he oído llamarlo "backwards bend", es decir, "doblarse hacia atrás".

Un recordatorio de anatomía: la columna vertebral tiene tres curvas. La cervical (la del cuello) puede doblarse totalmente hacia atrás y hacia adelante. La lumbar puede doblarse totalmente hacia adelante aunque cada persona tiene ditinta flexibilidad y es muy importante no doblarla en sentido inverso más que la curvatura natural. La dorsal, es decir, la que queda entre los hombros, es la que menos acostumbrados estamos a trabajar conscientemente: lo único que sabemos hacer con ella en condiciones normales es encorvarnos, que la dobla hacia adelante, y ponernos derechos, que la dobla hacia atrás. Aprender a hacer el puente de la danza oriental ayuda a dar mucha conciencia sobre esta zona del cuerpo tan descuidada.

El resultado final del puente es que la bailarina da la espalda al público, y se dobla hacia atrás haciendo un movimiento bonito con las manos, hasta que el público le ve la cara. No es necesario doblarse más, ni llegar al suelo, ni mantener la postura durante mucho tiempo. Es un movimiento que no deben hacer bailarinas con problemas de discos (es decir, hernia discal tratada o no, o sospecha de tenerla), ni principiantes que no hayan aprendido cuál es la posicion correcta del coccix cuando estamos de pie. Y esta es su técnica:

De espaldas al espejo con las piernas un poco separadas, dobla un poco las rodillas, y contrae los glúteos. Esto ya te echa el tronco un poco para atrás: Piensa en la posición básica para eliminar la curvatura lumbar echando el coccix hacia adelante, y exagérala al máximo. Como tienes las rodillas dobladas, esto te llevará el cuerpo hacia atrás. Debes sentir como si el peso del cuerpo estuviera apoyándose en los muslos y absolutamente ninguna tensión en las lumbares.

Ahora echa la cabeza hacia atrás vértebra a vértebra. Sin prisa. Puede que al principio te marees, te cueste trabajo, o te sorprenda cuánto tira el cuello y el escote(es normal: ¿alguna vez has hecho estiramientos de los músculos pectorales? ¿a que no?). Si te duele la espalda o el cuello por detrás, para por hoy. El objetivo es ir abriendo hacia atrás vértebra a vértebra, hasta que te veas en el espejo. Eso significa que en ningún momento vas a doblar hacia atrás la curvatura lumbar: la flexibilidad de las cervicales y las dorsales es más que suficiente.

Exactamente la misma posición en la espalda, pero sin el problema de perder el equilibrio y marearse, puede conseguirse con la fantástica posición de la Cobra, un ejercicio de yoga que me encanta. Usar La Cobra como preparación para el puente es una buena idea.

martes, diciembre 06, 2005

Dificultades y recompensas

Se puede preguntar el lector que si merece la pena todo esto. Meses de práctica para poder hacer un movimiento que ni siquiera resulta muy sexy o espectacular (al menos, no hasta que queda perfecto). Una descripción tan anatómica hace que parezca aburrido, lo reconozco. Y es verdad que es muy difícil. Así que a continuación, una lista de beneficios de la ondulación de la caja torácica, también llamada “camello”:

-Aprender a relajar los hombros. En el baile y en la vida diaria.

-Lo mismo para el cuello. Así se previenen tensiones del cuello y dolores de cabeza.

-Es útil para ser conscientes de si estamos bien sentados o encorvados, especialmente quienes nos pasamos todo el día frente al ordenador. Se previenen problemas de mala postura.

-Ya que nos hemos dado cuenta de esa mala postura, ejercitar la parte superior de la espalda ayuda a sostener el tronco y a prevenir dolores de espalda.

-En las mujeres, trabajar los músculos del pecho puede ayudar a “subirlo”; si lo tienes pequeño aumentará, y si lo tienes grande o caído no se reducirá pero estará más alto, más redondo. En los hombres, es un trabajo suave de pectorales.

-Es un ejercicio muy localizado para quienes quieran reducir michelines muy altos (algunas personas acumulan grasa en la espalda, que queda como “acolchada”).

-También se trabajan los abdominales superiores, los que están inmediatamente debajo de las costillas. Resultado a largo plazo con práctica frecuente: cintura más delgada.

Resumiendo, más o menos los mismos efectos beneficiosos de la natación, pero sólo de cintura para arriba. Y no hace falta ponerse bañador, ni ir a la piscina a apestar a cloro.

miércoles, noviembre 30, 2005

Dificultades 2

Como ya dije, hay movimientos que son más o menos difíciles porque necesitan coordinación, memoria, elegancia y aptitudes para bailar (como cuando aprendemos bailes de salón), y otros que son más o menos avanzados porque necesitan que la bailarina esté en buena forma física, como en el ballet, la gimnasia de exhibición (rítmica, artística) o muchos deportes. Esto es algo que me encanta de la danza del vientre, porque la hace muy completa, pero hace que sea necesario tener mucha paciencia cuando un movimiento no sale a la primera. A continuación doy un ejemplo de un elemento que a mí me resultó especialmente difícil, aunque cuando se incorpora al baile no lo sea tanto.

Un "camello", que también podéis encontrarlo descrito como una “ondulación de la caja torácica” o una "ondulación frontal de cuerpo entero" supone elevar el esternón hacia arriba y hacia fuera, de forma ligeramente circular, dejar que vuelva a su posición relajada inicial contrayéndolo hacia dentro primero, y acabar contrayendo la pelvis hacia adelante. Es decir, trazamos un círculo fuera-arriba-dentro-abajo con el esternón y el resto del cuerpo se ondula de forma elegante, nada sexy o provocativa.

Yo tardé unos cinco meses de práctica en hacer este movimiento. No en hacerlo bien: en hacerlo. Aún ahora, después de casi un año, a veces me sale y a veces no. Esto está relacionado con mi condición física más que con la dificultad del movimiento en sí.

Primera fase: Recordatorio: las costillas y el esternón están fusionados (no hay articulación), pero la caja torácica está completamente articulada en la columna vertebral y aún es más flexible la conexión caja torácica-hombros. Todos sabemos sacar pecho, pero nadie sabe hacerlo sin tensar los hombros ¡y algunos, sin arquear la espalda! Esto de puede desaprender. Sacar pecho sin ayuda de los hombros utiliza músculos de la espalda y los costados que no estamos acostumbrados a usar. También se usan los abdominales.

Segunda fase: empezamos a conseguir un control razonable de esos músculos de los costados; intentamos la primera mitad del círculo. Como sacar pecho, pero en vez de “arriba”, es “afuera-arriba”. Los hombros quieren ayudar, y si nos empeñamos en que no, se enfadan y se tensan hasta el cuello. Aquí yo, al principio, no podía hacer más de dos intentos fallidos seguidos, porque al tercero el cuello se tensaba y sabía que si continuaba, me dolería todo el día. Hacía dos intentos en clase por la mañana y dos en casa por la tarde, todos los días.

Tercera fase: vamos controlando la fase anterior, pero la caja torácica tiene que hacer un trabajo mucho más profundo ahora que los hombros no ayudan. Piensa en el peso de tus costillas, empujado por unos músculos blanditos que se pasan todo el día encorvados frente al ordenador. ¡Los músculos no entienden en qué lío los estás metiendo! Las flexiones tradicionales ejercitan la parte superior de la espalda, pero por debajo de los omóplatos, y en la zona lateral, lo único que yo conozco es la natación, quizá. En esta fase, yo tampoco podía hacer más de tres o cuatro intentos al día porque me cansaba.

Cuarta fase
: El cuerpo ya tiene la condición física necesaria para comenzar a aprender a hacer el movimiento de forma fluida y elegante. Esta es la fase en la que empiezan quienes se dedican a otras clases de baile, por ejemplo de salón o latino, que en eso nos llevan ventaja.

Quinta fase: una vez que el movimiento se domina, puede utilizarse en desplazamientos. Adelante, atrás, en zigzag o de lado. También es el momento en el que se empieza a aprender a no tener los pies siempre en la misma posición. Mi primer paso en este sentido fue aprender a desplazarme de lado con esta ondulación, y ahora me resulta más fácil hacerlo así que quieta en el sitio. Aún no soy capaz de hacer un "camello" si no tengo un pie ligeramente adelantado. Y de dónde coloco los brazos mientras me concentro en no contraer la espalda ni poner cara de preocupación, mejor no hablamos.

Esta pelea mía personal con el "camello" no es un simple testimonio, sino un ejemplo de que pasos concretos de la danza del vientre pueden hacerse difíciles por las características de la bailarina. Es sólo cuestión de seguir practicando para fortalecer, y de alternar con los movimientos que sí te salen bien, para no desanimarte.

domingo, noviembre 27, 2005

Origen y significado de la danza oriental

Voy a volver a repetirlo porque creo que no hay nada más importante en el mundo de la danza oriental o del vientre que entender esto.

Las danzas de oriente medio tienen un origen folklórico o popular demostrable. Su antigüedad es desconocida, pero tienen como mínimo varios siglos, si no milenios. Es sencillo: todos los pueblos delmundo tienen bailes populares y lo que llamamos danza oriental o danza del vientre son versiones de las danzas populares de Oriente Medio. Que, como cualquier otro baile popular, las baila la gente normal, en su casa o en la calle, en ocasiones apropiadas como por ejemplo una fiesta. El origen de la danza del vientre es similar al de la polka, la danza irlandesa o el flamenco, por poner ejemplos occidentales.

El origen o aspecto religioso, ritual o esotérico de la danza oriental es, hasta donde yo sé, indemostrable. No falso: pura especulación. No niego sus aplicaciones contemporáneas en este sentido, pero si hay datos concretos y fiables que hagan pensar que hace más de 150 años esas aplicaciones ya existían, que alguien me lo diga, por favor.

La danza del vientre como espectáculo en el que una mujer baila para divertir o excitar a uno o más hombres es un invento occidental que tiene aproximadamente 150 años.

Reseña: Intensivo de velo con Laila Rangel

Como ya dije, Samah organizó para este fin de semana un curso intensivo dividido en tres módulos. Finalmente, me decidí por el de velo, que tuvo lugar ayer sábado, por la mañana.

Un intensivo es muy diferente a una clase normal. En primer lugar, es habitual que las asistentes quieran que se les enseñe una coreografía de principio a fin, y por eso la profesora debe tener su plan de clase muy organizado para que explicar un paso no le quite tiempo a explicar la coreografía entera. Tiene que adaptarse a alumnas de absolutamente todos los niveles, desde profesionales a curiosas. Y tiene que conseguir que varias horas seguidas de baile repetitivo (porque aprender una coreografía es repetitivo) no sean aburridas.

El intensivo de ayer estuvo muy bien en todos estos aspectos. La coreografía era estupenda, y sencilla pero interesante. Tenía una característica que también es propia de Samah, mi profesora: coreografía el estribillo y la mayor parte de seciones de la música, y deja algunas para la improvisación. Esto permite que la principiante atada a seguir a la profesora pueda empezar a bailar suelta (sentir la música y simplemente bailar es mucho más difícil de lo que parece si estás acostumbrada a aprender y memorizar pasos). Y me imagino que ayuda a las bailarinas avanzadas adaptar a su gusto una coreografía aprendida. Ésta en concreto incluía una gran cantidad de vueltas, así que sirvió para aprender una técnica muy útil y necesaria con y sin velo. Personalmente, no me gustan los giros, no me gusta aprenderlos, no me gusta practicarlos, no me gusta perder contacto visual con el público (real o imaginario), y nunca los haría por iniciativa propia, pero bueno, son un componente importante de la danza y es como decir que no me gusta hacer el calentamiento. Hay que hacerlo, y si te gusta, mejor.

Sigamos con Laila. Su técnica para enseñar es muy efectiva: Imitación, explicación, imitación. Imitación: ella baila, las alumnas la siguen como buenamente pueden. Explicación: Laila detalla uno de los movimientos o secciones, o corrige algo que las alumnas están haciendo mal. Imitación: a repetir a ver si ahora lo hemos captado. Como si fuera una clase bien organizada... ¡de lenguas extranjeras! primero imitar, luego explicar, luego comprender. Dio tiempo sobrado a aprender (más o menos) toda la coreografía, y a que Laila nos explicara algunos movimientos muy espectaculares, típicos del trabajo con velo, que no formaban parte del plan inicial. Eché en falta una cosa: hacer estiramientos como parte del calentamiento, y que éste fuera más largo.

Creo que de un intensivo hay que salir con la sensación de habérselo pasado muy bien y de haber aprendido técnicas importantes que te vendrán bien aunque nunca vuelvas a repetir la coreografía que acaban de enseñarte. De los intensivos que he hecho, esto ha sido así de la mitad, y uno de ellos fue el de ayer. Hace algunos días le decía a una compañera de clase que quiero aprovecar todas las oportunidades posibles de bailar con velo, y ella dijo que en su caso se trataba de aprovechar todas las oportunidades de bailar con Laila. La entiendo perfectamente.

Laila va a tener una web que ahora está en proceso de construcción. Cuando esté accesible, aviso.

viernes, noviembre 25, 2005

Dificultades 1: los brazos.

A mí me parece que cuando se están aprendiendo movimientos individuales de danza oriental, hay dos dificultades distintas: una es aprender un movimiento nuevo, igual que cuando aprendemos un baile de salón. Otra es ejercitar los músculos, porque la danza oriental utiliza zonas del cuerpo que normalmente no trabajamos, o que no utilizamos aisladamente.

El ejemplo más sencillo son los brazos, que deben moverse con fuerza y elegancia. Mis primeras fotos bailando danza oriental son pésimas, porque los movimientos de los brazos no estaban coreografiados y no sabía dónde ponerlos. Es un vicio bastante común extenderlos demasiado, y mover los brazos sin relajar los hombros estropea cualquier movimiento.

Después de unos tres o cuatro meses de clases, mi profesora empezó a señalar dónde podíamos poner los brazos o las manos en momentos en los que el centro de atención eran la zona central del cuerpo. Dejamos de tener un problema para tener otro: mantener los brazos elevados y moverlos al ritmo de todo lo demás, ¡cansa muchísimo! ¿recuerdas el típico castigo escolar de los brazos en cruz? Sostener el peso de los brazos durante más de unos segundos es sorprendentemente difícil. La bailarina oriental primeriza pasa por algunos días o semanas de tener que aprender el movimiento de los brazos, como dije al principio, pura coordinación y memoria, como en los bailes de salón. Pero luego se encuentra con que la condición física también es muy necesaria para que no se queden colgando sin gracia. Esta es una característica que la danza del vientre comparte con el ballet y con muchos deportes, más que con otras formas de baile.

martes, noviembre 22, 2005

Danza del vientre, DVDs y precios

En respuesta a una pregunta de Rocío: no sé si los DVD de danza oriental de los que voy haciendo reseñas están disponibles en sistemas de descarga como el eMule. Yo personalmente, no sabría si descargármelos, por una cuestión de principios. De momento, los DVDs de danza oriental no son editados por grandes compañías discográficas ni productoras de cine y vídeo (Sony, Warner, etc), sino por distribuidoras independientes relativamente pequeñas. Algunas se dedican a los vídeos de gimnasia o baile y la danza del vientre es una más de sus especialidades. Otras se dedican exclusivamente a danzas orientales, o en el caso de IAMED, a lo que las americanas entienden por danzas orientales. Resumiendo, si copias ilegalmente un DVD de una peli de Hollywood, estás haciendo que una megamultinacional pierda dinero, lo cual no me quita el sueño, pero si copias un DVD de danza oriental estás haciendo que una asociación de bailarinas pierda dinero. Es cierto que los vídeos son muy caros, que es la única pega que les encuentro: no veo razón para que puedan valer hasta 50 dólares. Pero me da pena copiarlos.

sábado, noviembre 19, 2005

Reseña de DVD: 21 shimmies and 1001 variations

Éste es uno de mis DVDs favoritos, pero sólo sirve para complementar el resto de tu formación. “Shimmy” quiere decir vibración, y este DVD se trata de eso: vibraciones y más vibraciones.

En unos pocos días o semanas de clases, yo me quedé con la idea de tres shimmies básicos: vertical de caderas (caderas arriba y abajo), “twist” u horizontal de caderas, y el de los hombros. Más adelante aprendí otros tres (pélvico, de todo el cuerpo, y de puntillas). Imaginad la sorpresa de cualquier principiante que conoce entre tres y siete vibraciones cuando ve en la carátula de un DVD que hay por lo menos 21!

La mayoría de vídeos bien hechos de danza del vientre incluyen un calentamiento, la parte en la que se aprenden movimientos nuevos, una coreografía que incorpora esos movimientos y te enseña a llevarlos con la música, y una actuación de la profesora con un traje bonito (¡los trajes son siempre un aliciente!), a veces grabada en directo y a veces no, a veces con una coreografía muy parecida a la que te han enseñado y a veces no. Éste video es diferente porque enseña una técnica muy especializada, así que no incluye ni coreografía ni calentamiento.

No todas las vibraciones son útiles para todas las bailarinas, porque además de movimientos de danza oriental se incluyen algunos de bailes africanos (la verdad es que no puedo juzgar en absoluto si Leyla los ejecuta bien o mal, o si son auténticos u occidentalizados), algunas técnicas poco habituales como la vibración de las manos, y tres vibraciones que sólo pueden hacerse de rodillas. Una de las mejores cosas del DVD, además de esta variedad que incluye detalles para todos los gustos, es que sirve tanto para la principiante total (el DVD enseña a hacer el giro de cadera más simple) como para la bailarina más avanzada, porque verdaderamente tiene de todo. Esto también me hace pensar que es un DVD muy apto para hombres curiosos (e inteligentes, porque un hombre que quiera aprender danza oriental merece toda mi admiración).

Leyla Jouvana me parece mejor profesora que bailarina, la verdad, aunque quizá sea culpa de la actuación que el DVD incluye al final. No me gusta la coreografía, que incluye demasiadas vibraciones, mezclando muchos estilos. Lucir el punto fuerte de la bailarina (las vibraciones en este caso) es una cosa, pero mezclar un montón de estilos diferentes resulta artificial. En cualquier caso, la actuación final es una guinda, un añadido a lo que importa, y como vídeo para aprender, éste es de los mejores.

Para hispanoparlantes, hay que añadir que Leyla es yugoslava residente en Alemania, y tiene un acento muy fuerte cuando habla en inglés. A mí me parece muy fácil de entender, probablemente mucho más que los vídeos hechos por norteamericanas.

miércoles, noviembre 16, 2005

Es posible bailar danza del vientre sin enseñar la cintura (1)


Como ya he dicho en alguna ocasión, la danza oriental se practica con la cintura al aire desde hace más o menos un siglo, no antes. Y hace unos cincuenta años que es ilegal llevar la cintura al aire en Egipto. Algunas bailarinas egipcias usan una especie de malla de cuerpo entero como la de los bailarines de ballet, pero que es opaca en el torso y en las piernas y de rejilla en la zona central. Lo más normal es bailar con trajes muy largos, muy ceñidos, y con muchísimos bordados. He visto a bailarinas usar estos vestidos con y sin cinturón, dependiendo de su gusto y del traje; algunos incluso traen flecos de pedrería colgantes y ya no queda bien poner un cinturón encima.

Bailar con un vestido que no te deja separar mucho los pies te hace bailar de una forma un poco diferente, para mi gusto más elegante. Creo que un vestido de aire egipcio (no necesariamente auténtico) es lo mejor para una principiante: te parece que vas vestida de forma más discreta que si llevaras la cintura al aire, con lo cual hay menos miedo escénico. Creo que favorece a las bailarinas bajitas (como yo) porque no divide el cuerpo en tres pedazos, y a las que son anchas de cintura y pero no de cadera (como yo). Además si estás empezando a fantasear con la idea de bailar en público pero de momento no vas a hacerte profesional, puedes buscarte un vestido de noche muy ceñido, largo, y de un color fuerte y ponerle un cinturón encima (que es lo que hago yo).

¡No sé si se nota que tengo debilidad por este tipo de trajes! Tienen un encanto muy especial aunque no tengan nada que ver con la espectacularidad chillona del traje “cabaret”. Eso sí: no es que sean exactamente un invento occidental, pero sí son recientes, como de 50 años o un siglo para acá, y nacieron para satisfacer la demanda de trajes que gustaran a los turistas (los turistas viajan buscando encontrarse tópicos, y la población local se los da para que se queden contentos, hasta que el tópico falso se vuelve una realidad). Para bailar en un espectáculo, se ha convertido en una necesidad llevar ropa ajustada con la que se noten todos los movimientos del cuerpo (pero no los de las piernas: por eso nadie baila danza del vientre con falda corta o pantalones ajustados). En su contexto original, que es con toda seguridad folklórico y quizá también ritual/religioso, los bailes de Oriente Medio y el Norte de Afica suelen bailarse con ropa holgada que es la versión de fiesta de la ropa de todos los días. En otra entrada os pongo ejemplos.

domingo, noviembre 13, 2005

Estilo de danza: el Karsilama turco

Esto es dificilísimo explicarlo sin música. Ahora que nadie me oye lo puedo decir: ¡odio el Karsilama! Me gusta verlo pero es algo que no bailo, sino que hago los pasos, que no es lo mismo.

Cualquier música tiene lo que se llama un compás, que es un ritmo. Los más normales son 3/4 y 4/4 (tres por cuatro, cuatro por cuatro), porque se pueden seguir con un ritmo que marca “un, dos tres, un dos tres”, o “uno, dos, tres, cuatro; un dos tres cuatro”. El vals es siempre 3 por 4. El rock puede ser cualquiera de los dos. "Michelle", la de los Beatles, es de 4/4. La música dance electrónica casi siempre es 4/4. Piensa en cualquier canción que te guste bailar y comprueba si puedes seguir el ritmo contando hasta tres o hasta cuatro.

Estamos acostumbrados a bailar así, y casi todos los estilos de danza del vientre que conozco son 4/4 u 8/4 (que es parecido). Pero el karsilama, que hasta donde yo sé es propio de los gitanos de Turquía, no es así, oh no. Eso sería demasiado fácil. El karsilama es un ritmo de 9/8. Y se cuenta “un-dos, un-dos, un-dos, un-dos-tres”. Eso en la práctica quiere decir “un-dos-tres-cuatro-¡hop!” El “hop” es que si estás bailando con una coreografía, vas un segundo rápida, y si estás simplemente siguiendo la música, pierdes el paso cada nueve segundos. No hay sentido del ritmo que lo aguante. Por eso digo que yo no bailo Karsilama: si estoy con una coreografía, sigo los pasos.

Un ejemplo: un giro en 4/4 es: abre con pie derecho, gira con pie izquierdo, endereza con pie derecho, termina de enderezar/pon una pose. Un giro en 9/8 se acaba antes de tiempo: tienes que terminar de enderezar y entonces hacer una pose o algún movimiento muy, muy breve. La coreografía que tengo más a mano hacía un giro en tres pasos, no cuatro, con lo cual las piernas quedaban muy abiertas porque no daba tiempo a enderezar juntándolas, y a continuación nos inclinábamos, esperábamos medio segundo, y nos erguíamos rápido (melenas al viento). Espectacular si sale bien, un desastre si no llevas este ritmo diabólico en los genes.

Todavía no sabes qué pinta tiene el Karsilama turco. Pues es... energético. Es como una exhibición de fuerza. Suele ser rápido, los gestos de las manos son a veces hasta violentos (se dan puñetazos al aire y se hace el gesto de dárselos a una misma en hombros y caderas). Se hacen ondulaciones laterales y ochos grandes con las caderas; la idea es mostrar fuerza y energía. Es un estilo en el que me encantaría ver bailar a hombres, porque es totalmente lo contrario a la actitud “delicada ninfa del Nilo”. A pesar de que el año que pasé en Estados Unidos vi bailar a unas cincuenta bailarinas diferentes, sólo una (y sus alumnas, claro) practicó este estilo, así que no sé hasta qué punto lo que vi era auténticamente turco. Esta bailarina era casualmente mi profesora, y aunque agradezco la oportunidad de haber podido probar con ella cerca de diez estilos de cinco países diferentes, ¡prefiero cualquier cosa que no sea Karsilama!

jueves, noviembre 10, 2005

Fantástico cursillo intensivo en Sevilla.

Samah organiza otro cursillo de fin de semana, el segundo de esta temporada. Esta vez no lo imparte ella sino Laila, otra de las pioneras de este arte en España.

El plan es:
Día 26 de Noviembre (sábado) de 11 a 2, una coregrafía con velo.
Día 26 de 5 a 8, una coreografía con bastón.
Día 27 (domingo), de 11 a 2: Nivel iniciación, apto tanto para cualquier nivel desde principiantes totales a estudiantes avanzadas que quieran un repaso de técnica. La experiencia me dice que cada profesora explica el mismo movimiento de diferente manera así que cambiar de profesora ocasionalmente es muy útil para refinar detalles.

Los dos cursos del sábado salen a 45 euros cada uno y el del domingo, a 40. En esta ocasión es imprescindible hacer reserva, y podéis pedir más información sobre el curso y sobre cómo hacer reservas en este email: samah_sevilla arroba hotmail punto com.

Yo no me decido entre apuntarme a la coreografía con velo o con bastón. El velo es más difícil, más bonito, más elegante, y tengo un velo nuevo que pide que lo use. El bastón es folklórico, y por ello más energético, más divertido, y por otro lado, más fácil en teoría, aunque a mí me intimida, porque no sé por donde cogerlo (no me preguntes porqué no tengo esa sensación de que el velo no hay por dónde cogerlo). Aunque los bailes folklóricos van más con mi estilo y mi personalidad, y Samah dice que la coregrafía de velo es lenta, y a mí me cuesta mucho trabajo bailar lento..... ay, que no me decido. Pero lo que sí tengo claro que al menos uno, no me lo pierdo.

viernes, noviembre 04, 2005

Gitanos y danza oriental

El pueblo, etnia o raza gitana tiene un origen legendario, porque su cultura es oral. Forman parte indisoluble de la historia de las danzas de Oriente Medio que llamamos “del vientre” u “oriental”.

Simplificando mucho, se sabe con cierta seguridad que los gitanos provienen de la India, y que hay variantes de danzas y de otras manifestaciones culturales que pueden rastrearse en un movimiento de este a oeste y de sur a norte, como las ramas de un árbol puesto en horizontal. Los gitanos llevan viviendo siglos en casi cualquier país entre España y la India, y desde el norte de Europa hasta el sur de Egipto, eso naturalmente sin contar la emigración a América de un siglo para acá. Los gitanos se llaman a sí mismos también romaníes, y a su cultura, Roma o Rom. Normalmente son nómadas, pero no siempre, y se han dedicado a la ganadería, y a la herrería u orfebrería, además de a la música y al baile. Al ser itinerantes, nunca han tenido una nación propia y en ocasiones han mantenido una relación tensa con la población mayoritaria del país en el que vivieran.

En los países en los que hay danza oriental y población romaní, el estilo romaní forma parte de los folklóricos, los menos refinados. No son estilos que quieran ser elegantes, sino dar apariencia de improvisados, alegres, a veces sexys, y muy llenos de energía. El más famoso es el Ghawazee egipcio, popularizado en Estados Unidos por bailarinas a las que atrae el aire de autenticidad de un baile popular, y también el estilo de los trajes, sin escotes, ni demasiada piel al aire, ni lentejuelas. No todo va a ser purpurina en esta vida.

En el éxodo de los romaníes puede estar la respuesta al origen del flamenco. Hay quien piensa que el flamenco proviene de los bailes tradicionales indios, que los romaníes trajeron hasta España. Y hay conexiones intrigantes: en Junio conocí a Nursel (me alegra inmensamente ver que tiene una página web, y no es mala), una bailarina eslovena de origen macedonio. Estábamos en Estados Unidos, donde yo llevaba un año y ella estaba de gira. La vi bailar Chocek, el estilo especial de Macedonia, y luego estuvimos en una fiesta donde todas las invitadas éramos bailarinas de danza oriental. Pues bien, el estilo de baile “privado”, improvisado, sólo por diversión, ese estilo que todos tenemos sin pensar, de Nursel, era extraordinariamente parecido a lo que bailamos en el sur de España cuando la música pop lleva elementos flamencos o latinos. Los mismos movimientos de brazos, pies y caderas. ¡Y que conste que Nursel no sabía flamenco!

martes, noviembre 01, 2005

ya que estamos hablando de complementos

A muchas bailarinas de danza oriental les gusta llevar muchos complementos, especialmente pendientes y pulseras. En mi escaparate virtual podéis ver muchos diseños diferentes, unos más discretos y otros más llamativos. La web está en inglés pero las instrucciones son sencillas; podeís hacer encargos y preguntas en la dirección de email que encontraréis allí, o aquí en los comentarios.

Más sobre vestimenta

De momento he hablado de qué prendas puedes usar en las primeras clases antes de decidir si te vas a tomar las clases tan en serio que quieres ropita, y sobre bailar con o sin zapatos. Ahora el paso siguiente: has decidido dejar de bailar con ropa que parezca de aerobic, pero no te vas a comprar un traje profesional (por lo menos, de momento no).

Lo primero es algo para la cintura. En mi ciudad se pueden encontrar pañuelos con monedas y cuentas bordadas a cualquier precio entre 15 y 50 euros. Si no estás en España, es casi lo mismo que en dólares americanos, y para que veáis lo que significa en relación al coste de la vida, un CD en una tienda vale de 15 a 20 euros y un sueldo un poco escaso pero suficiente para vivir sería unos 600 euros al mes. Naturalmente, tanta diferencia también es diferencia de calidad y de abundancia de bordados.

Hay dos formas de pañuelos: triangulares y rectangulares. Los triangulares les sientan mejor a las mujeres con caderas anchas y cintura estrecha. Los rectangulares, al revés, a las mujeres de cintura ancha. La mayoría tiene monedas, y llaman mucho la atención, y hacen ruido cuando te mueves, pero tienen un inconveniente: el borde de las monedas corta el hilo, y al bailar vas desprendiendo una moneda de vez en cuando. Si encuentras algo que te guste que tenga pedrería y flecos, sin monedas, será menos ruidoso pero más práctico.

Otro artículo interesante para ir a clase bien vestida son los pantalones bombachos, que a veces se llaman “pantalones de harén”. Si son de tela un poco elástica, como punto por ejemplo, no hay nada más cómodo en el mundo. Los hay de telas sintéticas, pero bailando, ejem, se suda mucho. Puedes bailar con una falda larga de vuelo, son también muy cómodas, pero la profesora no verá qué estás haciendo con los pies y las rodillas así que no la recomendaría para una principiante. Si la profesora no se da cuenta de que no doblas las rodillas cuando ella quiere, podrías hacerte mucho daño en la espalda, y si tienes los pies separados cuando ella quiere que los tengas juntos, tus movimientos quedarán feos.

De cintura para arriba, camisetas ajustadas, con la cintura al aire si te gusta. Si tienes más de una talla de sujetador 90B, cómprate un sujetador deportivo muy firme, de alto impacto, pero que sea cómodo, que no apriete.

Mi uniforme particular de las clases de baile en este momento es unos pantalones anchos de algodón grises o lilas, un sujetador deportivo rojo, un cinturón de monedas triangular morado con las monedas plateadas y los pendientes más grandes que tenga. Los accesorios (joyas, faldas, pañuelos....) tienen algo contagioso. Siempre queremos más. ¡Y son tan bonitos! Esto es lo básico, aunque algunos estilos necesitan otros complementos.

jueves, octubre 27, 2005

Formas de enseñar la danza oriental.

Los bailes folklóricos en general, sean de donde sean, se bailan de una manera y de ninguna más: cuando se bailan sevillanas, nadie se inventa pasos nuevos. Las sevillanas son lo que son, aunque cada bailarín tenga su estilo. La polka y el vals, lo mismo. Me imagino que esto pasa en todo el mundo de una forma parecida. Algunos bailes de Oriente Medio y el Norte de Africa son así: tienen una sola coreografía.

Cuando nos salimos de esta definición de baile folklórico, tenemos dos maneras de entender la danza oriental (dicho en sentido muy amplio). Podemos tomarla como una especie de ballet, o podemos quedarnos con la idea, los principios generales: así tenemos profesoras conservadoras o innovadoras. Ambas son armas de doble filo si se van a los extremos.

El ballet clásico tiene una serie concreta de posturas y movimientos. Después de un par de siglos de estudio, cada posición y movimiento tiene nombre y una técnica concreta. Una coreografía de ballet clásico se puede describir con un lenguaje universal. En la danza oriental, es posible hacer esto también: se considera que unos movimientos son clásicos, propios de un estilo, y todo lo demás no existe. Un movimiento fuera del catálogo hace que aquello que se baila ya no sea danza oriental. Un movimiento del catálogo debe hacerse con una técnica y no con otra: por ejemplo, hay movimientos que parecen iguales pero el impulso para hacerlos proviene de una zona del cuerpo u otra. Hay profesoras que insisten en esto. El peligro de la profesora conservadora es que puede aburrir a los alumnos repitiendo eternamente los mismos gestos, que deberían salir de dentro. Si las alumnas lo que quieren es novedad, será imposible que bailen bien por muy puristas que sean. Además, si es mala profesora, puede insistir en que hagan cosas que les duelen o les pueden provocar lesiones. Si esta profesora no tiene mucha imaginación y carisma, su forma de bailar puede volverse aburrida por tener un repertorio cerrado de movimientos.

Otras profesoras parten de que cada bailarina tiene su propio estilo, y que lo más importante es comunicar algo con tu baile, y que eso sólo puedes hacerlo si te lo estás pasando bien. Puede que estas profesoras crean que es una misión imposible transmitir lo que es la danza oriental en su forma auténtica sin irse a vivir a Egipto, y prestan más atención a que el baile de la alumna sea fluido, agradable de ver, buscando alternativas a los movimientos que a la alumna se le hacen difíciles o peligrosos (porque exista un problema de espalda, articulaciones, etc). También puede ser que estas profesoras tengan mucha imaginación como bailarinas, y piensen que un movimiento inventado por ellas se base en los mismos principios que la danza original, y por tanto es aceptable (si se pueden hacer deslizamientos diagonales de la caja torácica, ¿por qué no ochos diagonales con la cadera? Si hay ochos hacia arriba y ochos adelante, ¿porqué no combinarlos?). El resultado no es danza oriental, es fusión. Puede que esta profesora baile de forma pura y auténticamente oriental, pero su forma de entender cómo enseñar la danza es flexible. El peligro de esta profesora es que puede crear alumnas conformistas, que piensen que todo vale, y que no sean conscientes de la tradición cultural de la que proviene su maestra.

Yo empecé con una profesora de esta última categoría. Después he aprendido (puntualmente en seminarios y ahora de forma continuada) con expertas en la primera. Elegir es una cuestión de gusto, y si la maestra es buena, ambas formas didácticas son muy útiles. Depende ante todo de qué es más importante para ti: acercarte al ideal, a la auténtica danza oriental si es que existe tal cosa, o pasarlo bien y encontrar tu propio estilo.

lunes, octubre 24, 2005

Estilos de danza: Un baile masculino, raks assaya

Ya he dicho de forma superficial que hay muchas cosas diferentes debajo de la etiqueta “danza oriental”. Un tipo de baile que originariamente era masculino es bailar con un bastón (Raks es bailar y Assaya, bastón). En el sur de Egipto, hay pueblos ganaderos que guían los rebaños con un cayado largo, y los hombres utilizan ese bastón para bailar.

He visto a un hombre bailar con bastón una sola vez. Giraba, pisaba con fuerza, hacía rebotar un extremo del bastón en el suelo. Era una exhibición de “aquí estoy yo, mira lo fuerte que soy”. El bailarín mantenía una expresión seria; no estaba intentando resultar ni seductor ni divertido. Los movimientos no tenían absolutamente nada que ver con el flamenco, pero la actitud del hombre sí me recordaba a la del flamenco cuando baila un hombre solo.

De este baile deriva otro femenino. El bastón de las mujeres es como el que conocemos en Occidente, el que se usa como muleta, siempre con el mango curvo. Las mujeres que bailan con bastón parodian a los hombres. Es una actitud pícara, coqueta y juguetona, pero no sexy. Los movimientos femeninos derivan de los masculinos, con el añadido de mantener en equilibrio el bastón en diferentes partes del cuerpo, sobre todo sobre la cabeza. Muchos admiradores de esta versión de danza oriental desconocen su origen en una danza masculina.

jueves, octubre 20, 2005

Reseña de DVD: Instructional Bellydance de Jillina

Continúo haciendo reseñas de Vds que no están disponibles en español, porque como el mercado americano es bueno, o por lo menos variadísimo, y no es necesario saber mucho inglés para utilizarlos, espero que mis reseñas sean orientativas y útiles.

Jillina es una bailarina americana que tiene tres DVDs no especializados: Instructional Bellydance 1, 2, y 3. Este DVD tiene un defecto: engaña, porque es el primero de una serie, pero no es apto para principiantes, aunque nada en sus instrucciones lo advierte. Todo lo demás es impecable. Pero claro, no puedo dejar la crítica aquí sin más, porque es cuestión de gustos y quien se gaste los 30-a-50 euros del DVD querrá saber algo más.

Se divide en cuatro secciones: movimientos básicos, combinaciones, coreografía y actuación. ¿Cómo!? ¿¡No hay calentamiento!? Pues no. La bailarina que lleve más de algunas semanas practicando la danza del vientre ya debería saber cómo calentar, y puede hacer el mismo calentamiento de sus clases, o quizá algunos estiramientos seguidos de cinco minutos de vibraciones.

Los “movimientos” son una especie de post-calentamiento. Son instrucciones bastante detalladas para hacer los movimientos que Jillina considera básicos; algunos de ellos son fundamentales, es decir, forman parte del vocabolario de cualquier profesional, pero no son básicos, es decir, no son fáciles: por ejemplo, el camello, un tipo de ondulación de la parte superior del cuerpo. Por otra parte, Jillina da explicaciones detalladas, como para quien empieza a aprender desde cero, sobre cómo mover los hombros. Sólo enseña un tipo de vibración, la vibración egipcia, en la que vibra todo el cuerpo a partir de un rápido movimiento de rodillas (a quien esté acostumbrada a la vibración de caderas le resultará difícil el cambio). Resumiendo, esta parte es sólo una preparación al estilo de danza de Jillina, pero de ninguna manera una introducción adecuada a la danza del vientre.

Jillina tiene un estilo propio, su versión particular del llamado “American Belly Dance”. Las mejores bailarinas occidentales/americanas han tenido una formación previa en ballet, en danza contemporánea o el bailes estilo musical de Broadway, y a Jillina se le nota muchísimo en la forma de girar y en que su baile no tiene raíz popular, folklórica (por eso no me gusta la posición que enseña para las manos, que es bastante fea, y su forma de girar las muñecas, que no tiene gracia). El estilo americano es atlético, virtuosista (hacer más y más movimientos difíciles es más importante que tener gracia, encanto), a veces sexy, y en el caso de Jillina, influenciado por el estilo “egipcio clásico”.

Las “combinaciones” del DVD son series que agrupan unos pocos elementos. Primero sin música, con algunas instrucciones que no son suficientes para una primeriza total, hasta tres veces, y luego con música, otras tres veces. Algunas son más sencillas que otras y es un trabajo equilibrado de caderas, brazos, pasos y vibración. La coreografía enlaza las combinaciones, adaptándolas, y con algunos cambios. La actuación final incluye la misma coreografía que se ha aprendido, y varias más.

La edición y el montaje son buenos. Jillina está en un estudio, con un espejo detrás, de forma que puedes ver todos sus movimientos. Nunca te quedas sin entender algo porque la cámara no vaya a donde debe. Ahí quien falla es Jillina en ocasiones contadas, dando instrucciones demasiado rápido.

Resumiendo: este vídeo no es recomendable para principiantes totales y para quienes prefieran estilos más auténticos (propios del Norte de Africa) o más folklóricos. Es muy bueno para cualquier otra interesada. De mi colección de DVDs, es el que uso más a menudo. Yo le pondría un siete y medio.

viernes, octubre 14, 2005

Historia de una cadera.

Hay información promocional sobre la danza del vientre que habla de forma vaga pero entusiasta de sus beneficios para la salud. Yo prefiero dar muchos detalles muy concretos. Ya he hablado un poco del suelo pélvico, que es una zona problemática para mujeres mayores y para quienes hayan estado embarazadas, y hoy voy a hablar de un problema de espalda y articulaciones bastante común.

Cuando tenía unos catorce años, se descubrió que tenía una pierna un par de centímetros más corta que la otra. Por eso, tengo una cadera más alta que la otra, y el fémur no encaja en la articulación como debería (imagina intentar meter una llave en una cerradura con la llave haciendo un ángulo: entra mal). Por eso también tengo una desviación de columna (vista desde atrás, mi columna traza una S). Casi todo esto se vio cuando yo ya había terminado de crecer, así que cualquier rehabilitación iba a ser muy lenta y difícil. Hay algún detalle más, pero éstos son los más importantes y fáciles de describir.

Desde los doce años más o menos, si no hago ejercicio, o si lo hago mal, me duele la espalda, o el cuello, o las caderas (me duele la cadera sana, porque trabaja el doble). Algunos problemas son musculares y por eso corregibles; el de la cadera es un hueso que ha crecido con una forma rara y por eso, en teoría, no tiene remedio. Hasta ahora.

Antes de descubrir la danza del vientre, llevaba una plantilla para compensar la pierna más corta. Después de unos nueve meses y tras un fin de semana particularmente intenso, dejé de necesitarla. El ejercicio de las caderas ha fortalecido tanto todo lo que no es hueso (músculo, ligamento), que son el apoyo que esa mitad del cuerpo necesita, sin plantilla. Y eso, después de siete años de probar con otros deportes y actividades físicas variadas.

La danza oriental no es la panacea: mi punto flaco son las lumbares, otro problema de la desviación de columna. Hay movimientos que me tensan y arquean la zona cuando se supone que deberían contribuir a flexibilizarla. Me lo tengo que tomar con tranquilidad: hago pocas repeticiones de los movimientos, sustituyo las ondulaciones difíciles por otras sencillas, y hago una sesión larga y relajada de estiramientos después de las clases.

domingo, octubre 09, 2005

Oferta estupenda en Sevilla

Samah, mi profesora, organiza cursos intensivos periódicamente. El primero de esta temporada es una introducción a la danza oriental y tendrá lugar en Sevilla, Sala Endanza, en la calle San Luis (a cinco minutos del Arco de la Macarena y 10 de la Alameda). El día, el domingo 23 de Octubre de 11 a 14 h. El precio, 40 euros (que es razonable comparado con el precio medio de un mes de clases en las escuelas de Sevilla)

Este cursillo me parece una ocasión perfecta para cualquiera que quiera ver si la danza del vientre es lo suyo. En un rato, compruebas si te divierte, si te gusta el estilo de Samah, y te haces una idea de cómo puede ser ir a clases regulares un par de horas a la semana. ¡Es más cómodo que apuntarse a un mes de clase porque al ser intensivo, te has ahorrado el transporte!

Así que ya lo sabes, si estás en Sevilla y te interesa puedes pedirle más información a Samah en este email: samah_sevilla arroba hotmail punto com.

jueves, octubre 06, 2005

Sobre brazos, manos, y flamenco

Lehahiah en un comentario pregunta:

Ayer comencé con mi primera clase, y, bueno... aunque parece que no se me va a dar mal, la profesora me comentó ayer que el hecho de estar acostumbrada a bailar sevillanas puede suponerme un inconveniente a la hora de mover los brazos, ya que algunas tienden a moverlo como en el flamenco. ¿Te ha ocurrido a ti?


Pues sí y no. Yo empecé a bailar danza del vientre en Estados Unidos, en una clase llena de chicas de origen más o menos anglosajón, es decir, gente para la que cualquier baile donde se mueva algo más que los pies es "étnico". Y yo sabía bailar sevillanas y el pseudoflamenco que se baila en Sevilla con el pop aflamencado. Por eso, yo ya sabía colocar los dedos en la posición requerida por la profesora: hacer como si estuviéramos sosteniendo algo pequeño y frágil con el dedo pulgar y el dedo corazón (¡yo sigo imaginándome que tengo ahí un pastelito de hojaldre!). Aprendimos a hacer giros de muñena exactamente iguales que los de las sevillanas. Hasta ahí el parecido, porque los brazos no se mueven casi nunca de la misma manera que en las sevillanas. Para quienes no las conozcáis porque no estéis leyendo desde España, la sevillana es un baile muy popular en el que un brazo traza un círculo en el aire y el pie del mismo lado del cuerpo hace un movimiento.

El movimiento de los brazos de la sevillana no es lo que me ha dado conflicto con la danza oriental, porque como lo que más se ve son las caderas, el problema de la principiante suele ser que como te concentras muchísimo en aprender a mover la zona central del cuerpo, te olvidas de dónde tienes los brazos y no los mueves nada, o los mueves sin gracia.

Un principio fundamental de algunos palos del flamenco, incluida la sevillana en la versión que yo conozco, es que la cadera se mueve con gracia de forma lateral (es decir, una sola cadera cada vez), y arrastra armónicamente al resto del cuerpo. El principio fundamental de la danza oriental es que cuando la cadera se mueve, es la Reina del Universo y el resto del cuerpo hace algo que llame la atención hacia la cadera, como por ejemplo quedarse quieto. Ahí sí que me costó aprender a separar el movimiento de la cadera del de los pies.

Sobre flamenco vs. danza oriental, y movimiento de las manos, se podría escribir un tratado, pero espero que con esta explicación sea suficiente de momento. Y Lehahiah, puede que tu forma de mover los brazos no sea auténticamente oriental pero eso puede ser parte de tu personalidad de bailarina y de lo que te haga especial, ¿por qué no?

miércoles, octubre 05, 2005

Bailar con o sin zapatos.

Cuando he hecho búsquedas en español en Google sobre danza oriental, me he encontrado foros en los que se debatía sobre si es "auténtico" o no bailar con zapatos o sin ellos. Esta es mi opinión:

La danza del vientre tiene su origen en danzas populares, algunas de las cuales se crearon bailando en la calle. En la calle, sólo vas sin zapatos si eres muy, muy pobre. Si la danza tiene un “estilo vulgar” y un “estilo refinado”, si se baila descalza hay que bailar con el estilo menos refinado posible; lo contrario no sería “auténtico”, resultaría una contradicción como El Lago de Los Cisnes en vaqueros.

Bailar con tacones altos es propio de los estilos de danza del vientre creados a propósito para el gusto occidental; estos estilos tienen aproximadamente un siglo de vida. Si vais de vacaciones a Egipto o Turquía y vais a una sala de fiestas o un hotel con bailarinas, probablemente lleven tacones altos. Por eso no se debería bailar nada que queramos llamar folklórico o popular en tacones.

Bailar con sandalias, zapatillas parecidas a las de ballet, o algún otro zapato plano y discreto es un compromiso, un término medio aceptable entre bailar descalza y bailar con tacones. Casi todos los estilos excepto algunos casos de "tacón obligatorio" admiten zapato plano.

Al bailar, hay mucha diferencia entre cada tipo de zapato. Descalza, sólo estás verdaderamente cómoda en un suelo que resbale un poco, por ejemplo, de madera barnizada o de parqué. Con sandalias o zapatillas de ballet, giras mejor. Con tacones, bailar es mucho más difícil: el tacón desequilibra la pelvis, la inclina hacia delante, aumenta la curvatura dorsal, y es como aprender a bailar otra vez desde el principio. Además, si bailas sobre plano, puedes ponerte de puntillas cuando quieras, y dar más elegancia a un movimiento ocasional; ésa es una variación que en tacones, se pierde, porque siempre estás de puntillas.

Resumiendo: nadie puede observar la diferencia entre bailar descalza y con zapato plano; las dos cosas tienen muchísimas posibilidades estilísticas. El tacón alto se nota, marca algunos estilos concretos y excluye los demás.

sábado, octubre 01, 2005

Kidda (Natasha Atlas)

Natasha Atlas es una cantante nacida en Bélgica de origen egipcio, palestino y marroquí. Hace una música de "fusión", mezcla de ritmos norteafricanos/Oriente Medio y música électrónica a la europea. Es maravillosamente bailable, si no se la toma uno demasiado en serio. Una de sus canciones más conocidas (y mi favorita) es Kidda, que significa "así". Alguien llegó a este blog buscando las palabras "habibi lish", así que imagino que buscaba la letra de kidda sin saber el nombre de la canción. Así que aunque sea con retraso, aquí está la letra en transcripción fonética y en una adaptación libre al español. No entiendo el árabe así que he tenido que utilizar una traducción al inglés que ya no puede encontrarse por internet.

Hasta donde yo sé, las danzas de oriente medio siempre son canciones de amor. Es como en el pop occidental, están las canciones que dicen "mira qué chica más guapa", las canciones que dicen "te quiero", y las canciones que dicen "Tú no me quieres y yo sufro". Como ésta.

ya leil
ah lish ya habibi
habibi lish
habibi lish kidda w'ana ba hibbak

lish
habibi lish
habibi lish kidda w'ana bahibak
habibi lish kidda w'ana bahibak

lish
Ana, ana aarifak bit hibini
lish ya zaman

ya rouhi
My soul
ah fein el adelah, ya saadet el adi
ah ma feesh rahma fi yiddak
w al mout indak aadi

ah lish
habibi lish kidda
w'ana bahibbak

Inta khaletni ahibbak
lish lish lish
ya sayedni
ah lish
ah habibi
fi yom, ha tiwagih massirak wa totlob rahhma min elhami
ah rouhi
aazeyt, aazeyt, aazeyt
ma feesh rahma fi yaddik
w'il mout indak aadi


oh noche
¿por qué, mi amor,
por qué eres así de cruel si yo te quiero tanto?

¿por qué?
¿por qué, mi amor,
por qué eres así de cruel si yo te quiero tanto?
¿por qué, mi amor,
por qué eres así de cruel si yo te quiero tanto?

¿por qué?
Sé me que quieres
¿Por qué? Ay, el tiempo que pasa.

Mi alma
¿dónde está la justicia, y el juez, tu honor?
No tienes compasión
No te importa mi sufrimiento.

¿por qué?
¿por qué, mi amor,
por qué eres así de cruel si yo te quiero tanto?

hiciste que te quisiera,
¿por qué, por qué, por qué?
mi amo,
mi amor.
Un día te alcanzará el destino y serás tú quien me pida a mí clemencia.
Ay, mi alma
Ay qué pena, pena, pena
No tienes compasión
ni te importa mi sufrimiento.

jueves, septiembre 29, 2005

No hay una sola verdad

La danza oriental no es como el ballet, que lleva cerca de tres siglos de documentación y que empezó en un solo país que se lo enseñó a los demás, así que todo el vocabulario está en un idioma. No hay Academia de la Danza Oriental que diga qué es auténtico y qué no, y si alguien os dice que tiene la Verdad con mayúscula, salid huyendo. Hay dos razones para esto: una, que los bailes de Oriente Medio tienen origen folklórico, así que cada zona, ciudad, o incluso aldeílla, tiene su propio estilo. De los múltiples orígenes folklóricos se derivan infinitos estilos "modernos" (de un siglo para acá). La segunda razón es la falta de documentación debida a que quienes practicaban bailes folklóricos no los consideraban un arte y quienes podrían haberlos documentado eran extranjeros racistas con ganas de alimentar sus propios prejuicios.

Esto quiere decir que si no se toma con buen humor y perseverancia, el proceso de aprendizaje puede ser frustrante, y mucho más si cambias de profesora o la tuya trae algún invitado. Un ejemplo. Mi profe June insistía en que la rodilla sostiene el cuerpo; cuando movíamos una sola cadera, por ejemplo al hacer la figura de un ocho, la posición de la otra rodilla era lo más importante. A June le preocupaba la posibilidad de lesiones de rodillas porque su forma de trabajar podía sobrecargarlas si eran débiles.

Mi profesora de ahora, Samah, hace que los movimientos en los que se mueve una sola cadera cada vez empiecen en el tobillo, y dice que si no se hace así, se sobrecarga de trabajo la cadera. Las rodillas evidentemente también trabajan, por supuesto: si mueves el tobillo y la cadera, la rodilla acompaña. Pero la forma en la que la pierna que no se mueve sostiene el peso del cuerpo cambia muchísimo.

¿y quién tiene razón, una o la otra? Puede que las dos. June prefería estilos turcos a estilos egipcios, Samah es especialista en egipcio clásico (que es el más egipcio de todos). Personalmente, trabajar con las rodillas me sobrecarga la zona lumbar y si trabajo desde el tobillo, es como si el trabajo se lo repartieran tres en vez de dos. Como no tengo práctica trabajando desde el tobillo, tengo mala coordinación y me parece que estoy a punto de perder el equilibrio, pero es cuestión de práctica. A la larga, trabajar desde el tobillo me gustará más (no he salido de clase de Samah con dolor de espalda ni una vez en un mes, que no es algo que pueda decir de June).

Estéticamente, el movimiento desde las rodillas queda más "atlético", con más fuerza, con más "¡Eh, tú!". El movimiento desde el tobillo queda más elegante, más "huy, si parece que se mueve sola!", algo parecido al ballet incluso. Habrá a quien el estilo con más energía le resulte vulgar, y tambien habrá a quien le cueste trabajo adoptar la pose opuesta de delicada ninfa del Nilo.... Es todo cuestión de gustos, y hay mucho donde elegir. Afortunadamente.

martes, septiembre 27, 2005

Un poco de vocabulario: el traje cabaret.


Ese traje que Sahra Saeeda luce con esa elegancia es del estilo que se conoce como “cabaret”; al menos ése es el nombre en inglés, y en muchas traducciones al español de aficionadas como yo. Ese diseño básico tiene aproximadamente un siglo, y la danza oriental es milenaria. Desde los años cincuenta es ilegal en Egipto, donde se inventó entre treinta y cincuenta años antes: en egipto las bailarinas no pueden llevar la cintura al aire, así que lo más parecido que llevan es un conjunto así pero con gasa transparente y ceñida en la zona media.

Normalmente, como son muy caros, son un conjunto de sujetador y cinturón; el cinturón va simplemente sobrepuesto a la falda, que es independiente. Las faldas son relativamente baratas y te las puedes hacer en casa, así que un conjunto de un color bonito lo puedes combinar con muchas faldas.

Si alguna vez ves a una bailarina con este tipo de traje, observa su habilidad para mover las caderas sin que se muevan los flecos del sujetador, y también para que los flecos sigan sus movimientos acompasadamente: el ritmo queda más bonito que la velocidad.

viernes, septiembre 23, 2005

Danza y músculos pélvicos

Puede que hayas leído que la danza oriental tiene su origen en ritos para la fertilidad , y según quién te lo cuente, que algunos de sus movimientos imitan a los del parto o a los del acto sexual. No me meto en si se trata de uno, otro o los dos.

Una lección cortita de anatomía: el aparato urinario, el reproductor y la parte más baja del digestivo están sentados encima de unos músculos que forman el "suelo pélvico". Estos músculos no forman parte de los que llamamos "abdominales" y no suelen ejercitarse en la vida diaria. Es más, si el suelo pélvico está muy debilitado, los abdominales son contraproducentes. El suelo pélvico, además de la vida sedentaria, lo debilitan el embarazo y el parto. Y esa pérdida de fuerza tiene dos efectos visibles: menos disfrute de la relaciones sexuales con penetración (porque los músculos de la mujer "agarran" menos), e incontinencia urinaria. Resumiendo, si no tienes pensado levantarte de esa silla y moverte un poco, vas a acabar necesitando pañales más pronto o más tarde.

Algunos movimientos de danza del vientre ejercitan el suelo pélvico:

-La postura en reposo, con la pelvis ligeramente basculada hacia adelante, la curvatura de las lumbares aplanada pero sin contraer los glúteos, ya es un comienzo.

-El movimiento de basculación de la pelvis, que se puede usar bailando. Piensa en el final de tu columna como un péndulo, el ala de una mariposa, un libro que se abre y se cierra: pasas de a postura relajada a la pelvis basculada al máximo, las lumbares planas, los glúteos contraídos. Abre, relaja, abre, relaja.

-Los círculos pequeños con las caderas. Cuanto más pequeños o rápidos, más preciso y difícil es el ejercicio.

Otros recursos por internet:

Ejercicios clásicos (no de baile), diagramas, y más explicaciones anatómicas.

Una enfermera, madre y bailarina recomienda la danza del vientre a las embarazadas.


Me ha quedado un post técnico y poco divertido, pero se trataba de dar información. Así que ya sabes: busca clases de danza para divertirte y aprender, y además con beneficios añadidos a largo plazo.

miércoles, septiembre 21, 2005

Placer perverso

Esta entrada no es informativa, qué se le va a hacer.

Para ir a clase dos veces en semana, a veces paso por delante de un gimnasio con ventanas a la calle. Sólo he visto dentro hombres, y lo que se ve por la ventana son máquinas de andar. A la ida, pienso que tiene que ser muy aburrido estar allí, mirando por una ventana pequeña, sudando como cerdos y andando, andando, con lo bien que se anda por la calle. A la vuelta, con la espalda recta, los abdominales trabajados, estirados y masajeados por los movimientos de baile, y el paso ágil, me asomo a la ventana y miro a esos chicos con superioridad y el placer perverso de saber que pierden el tiempo machacándose así. Puede que estén un poco más en forma que yo, pero ¡que levante la mano quien se lo pase mejor!

domingo, septiembre 18, 2005

Quieres empezar a bailar, ¿y ahora qué? vestimenta y complementos

Vale, te has convencido, y hasta has encontrado escuela y todo, y quieres ponerte a bailar. Fantástico. Una duda que surge al principio es si es necesario alguna ropa especial. Algunos consejos de mi experiencia como principiante:

No te compres nada por lo menos en varios meses. Si en tu clase bailan con zapatillas de ballet, baila descalza. Si todo el mundo lleva un pañuelo en las caderas, usa un fular de colores, o si tienes un traje de flamenca, usa un mantón que no sea muy grande, con flecos. En una clase de principiantes no deberían usarse crótalos o velo al principio, porque bastante trabajo es aprender a controlar tu cuerpo como para encima controlar accesorios. Cuando llega el momento de introducir complicaciones, una buena profesora debería tener velos para prestárselos a las alumnas, por lo menos a las novatas.

Yo me las apañé una temporada con cualquier cosa, y cuando llevaba bailando cerca de seis meses, me compré en pocos días dos pañuelos para la cintura (uno con monedas y otro de flecos que bordé de pedrería), los crótalos, unas fundas elásticas para los pies (como zapatillas de ballet pero elásticas), y tres camisetas deportivas. Ahora me estoy pensando conseguir más cosas que en realidad no necesito, como faldas de vuelo, camisetas bordadas, un cinturón de monedas más bonito y unos pantalones bombachos. Menos mal que mi madre sabe coser y me tiene malcriada.

Te aconsejo que esperes unos meses como hice yo porque la equipación para danza del vientre es preciosa, pero es cara, y ocupa sitio. La dura realidad es que si te aburres de la clase o si la dejas en Febrero con los exámenes tendrás un precioso cinturón de moneditas cogiendo polvo. Ahora, no cualquier cosa sirve para bailar.

Empiezo por arriba. Si tienes camisetas cortas, con las que se te vea la cintura, mejor. Lleva ropa ceñida para que la profesora pueda decirte si tienes buena o mala postura, pero cómoda, que te dé libertad de movimientos. Si tienes sujetadores deportivos, úsalos; te saldrán mejor las vibraciones de los hombros (distrae mucho mirarse a un espejo y ver cómo tiemblan partes del cuerpo que no son los hombros). De cintura para abajo, pantalones que usarías para hacer deporte. Ni se te ocurra usar vaqueros. Pantalones de chándal, mallas, o de verano tipo pijama, son perfectos. Puedes usar faldas largas de vuelo ahora que están de moda, pero yo prefiero no llevar falda a clase porque quiero que la profesora pueda verme las rodillas y corregirme si no las uso bien.

Esa camisetita corta del verano, unos pantalones cómodos, un pañuelo de colorines, lista para bailar. Fácil, ¿verdad? ¡espera un poco, y pide que te regalen el pañuelo de monedas en Navidad!

miércoles, septiembre 14, 2005

Otra profesora sevillana (reseña)

Esta semana, Samah, mi profesora, no ha venido a clase, y ha venido a sustituirla Jamida (que significa “junco” y es el nombre artístico de Patricia Álvarez). Señal de que Samah es una profesional seria y no nos deja abandonadas y sin clase; además, viene bien cambiar de profesora de vez en cuando.

Jamida da clases en Sanlúcar la Mayor (Sevilla), a través del Instituto de la Mujer. Esas clases suelen ser baratas porque están subvencionadas y es posible que haya una mezcla de principiantes totales con las alumnas del curso pasado. No es necesario vivir en Sanlúcar para apuntarse.

Es difícil sustituir a la maestra habitual de un grupo que no conoces, y solamente un par de horas, que no es mucho tiempo para, por ejemplo, enseñar una coreografía. Hay demasiada gente que entiende “aprender a bailar” como “aprender coreografías” y es posible que si estos días hubiéramos aprendido simplemente pasos nuevos alguien se hubiera molestado. Otro día pongo un post sobre aprender-a-base-de-coreografías.

Tras el calentamiento, hemos hecho un breve repaso de pasos básicos, que Patricia utilizó para tentar el nivel de la clase. Primera diferencia con otras profesoras: usa un ritmo como de profesora de aerobic, y no me refiero a la velocidad. Primero un paso, luego otro, con instrucciones. “y uno, y dos, y giro, y uno.....”. Os hacéis una idea. Muy útil para principiantes; otras profesoras simplemente hacen su “rutina”, que parece casi una coreografía, y las alumnas simplemente la siguen.

Después de una demostración de la coreografía completa, la dividió en secciones que fue explicando una por una con muchísimo detalle. Primero bailamos la sección uno, luego la uno con la dos, luego la uno dos y tres, y así. Fantástico para memorizar, y como los movimientos son nuevos, no cansa. La clase acabó con estiramientos y relajación, que es algo que ninguna profesora mía ha hecho. Muy bien.

Resumiendo, una profesora muy buena, sobre todo para principiantes, porque tiene mucha paciencia y lo repite todo muy claro. Como bailarina, está bien. No sé si puede ser más espectacular de lo que hemos visto en clase; no me extrañaría que estuviera bajando a nuestro nivel. Las he visto más atléticas, más llamativas, más sexys, con más fuegos artificiales en su técnica.... pero estábamos en una clase de nivel intermedio, no en un teatro. ¡Bastante se tarda en conseguir que yo haga ese doble-rebote-de-una-sola-cadera-con-giro, como para encima complicarlo más! Su elección de música y el diseño de la coreografía me hacen pensar que tiene buen gusto y originalidad. Me quedo con la curiosidad de verla actuar.

Cualquier interesado en sus clases puede llamar al Ayuntamiento de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), o mandar un email a amalupus arroba hotmail punto com.

lunes, septiembre 12, 2005

¿Los hombres bailan la danza del vientre?


Este verano se vio por televisión un anuncio que decía “¿por qué los hombres no bailan la danza del vientre?” Entonces sale un magnífico bailarín con un conjunto de sujetador y falda, y tras algunos segundos la respuesta “porque sudan mucho”. Vaya estupidez. La última vez que me fijé, los hombres seguían teniendo dos hombros, dos caderas y dos pies. Para bailar la danza del vientre, no hace falta mucho más.

Hasta aquí mi opinión; todo lo que viene a continuación lo he traducido y resumido de este artículo, que fue escrito por el bailarín que veis en la foto. Lo siento, pero el artículo original está en inglés. No lo he traducido sin más, lo he condensado porque sé que los lectores de blogs tenemos poca paciencia.

Allá va.

Las bailarinas del vientre al estilo que hoy se conocen, las bailarinas de sala de fiesta, aparecieron hace muy poco más de un siglo, durante la colonización inglesa de Egipto. Antes de esa época, era normal que los hombres bailaran, tanto aficionados como profesionales. Si los bailarines hombres desaparecieron, fue porque los colonizadores británicos quisieron “civilizar” a los pueblos “primitivos” o “decadentes”. Los británicos invadieron Egipto, pero no Turquía: lo que les ocurrió a los turcos es que se sintieron inferiores a Occidente y rechazaron sus propias costumbres. En los años 20 se prohibió en este país el uso de velo y de ropa oriental, y la escritura árabe se sustituyó con el abecedario occidental. También se prohibió la danza profesional masculina.

Gran parte de la actitud de los británicos hacia Egipto provino del libro de W.E. Lane Manners and Customs of the Modern Egyptians (Usos y Costumbres del Egipto Actual). Lane se escandalizó al ver que los egipcios no consideraban que bailar fuera inmoral, y utilizó el dato de que existían bailarines hombres para ilustrar que eran un pueblo necesitado de civilización, y moralmente inferior a Occidente.

Al culminar la ocupación británica de Egipto, el baile masculino desapareció casi por completo, y la clase alta local entró en un rápido proceso de occidentalización, despreciando la cultura y costumbres locales. Al mismo tiempo, los británicos en su hipocresía, acudieron en masa a Oriente Próximo en busca de exotismo. Aumentó la prostitución y en 1926 surgió la sala de fiestas, dedicada exclusivamente al público occidental, en la que se inventó la “bailarina oriental”. La sala pertenecía a una mujer libanesa, Badia Masabni. Las bailarinas eran todas mujeres de piel clara que bailaban con un estilo totalmente nuevo y que por primera vez llevaban la cintura a aire. (Aquí un dibujo de un traje egipcio anterior a que se inventara el traje con la cintura al aire)

Los egipcios interiorizaron rápidamente que el baile (todos los bailes y muy en especial el Raks Sharki) son inmorales, que bailar es realizar una exhibición sexual, y que los hombres que bailan son afeminados. Y como los bailes tradicionales anteriores están muy poco documentados, apenas se conserva la historia de la danza masculina.

Hasta aquí el artículo de Tarik. Mi opinión es más o menos la misma. Los hombres bailan flamenco, bailan ballet clásico y danza contemporánea y hasta bailan sin ser profesionales. ¿Por qué no van a bailar danzas de Oriente Medio y el Norte de Africa también?

viernes, septiembre 09, 2005

Reseña de un DVD: The Goddess Workout.

En el mercado americano, hay muchísimos DVDS y vídeos para aprender danza del vientre. Al igual que con los vídeos para hacer gimnasia, algunos de los productores de estos vídeos se aprovechan del desconocimiento de las compradoras. Voy a ir haciendo poco a poco reseñas de todos mis DVDs, a pesar de que estén en inglés, porque es muy fácil encontrarlos a través de Google y comprarlos por internet, y me imagino que alguna lectora habrá a la que no le importe que la profesora del vídeo hable en inglés. ¡No hace falta tener un nivel de inglés muy alto para entender una clase!

Voy a empezar con el DVD que nadie debería comprarse nunca, tiempo habrá de recomendar cosas buenas. Haceos un favor y nunca jamás compréis nada que tenga que ver con Dolphina.

Dolphina cuenta en su pagina web una colorista biografía que no me voy a molestar en traducir. Basta con un par de detalles: en su gimnasio se dan clases de yoga, coreografías de animadora deportiva (con pompones y todo), y noches de strip-tease: es una mezcla de cualquier cosa que sea sexy, esté de moda y se pueda convertir en una clase de aerobic, convenientemente envuelta en un misticismo del tres al cuarto: cada pocas líneas se anuncia que “Dolphina es una diosa” o “todas las mujeres son diosas”. El barniz de yoga se pasa al DVD, donde se habla de chakras sin explicar qué son (“pon las manos frente al chakra del corazón”).

El vídeo se divide en calentamiento, tabla de ejercicios/movimientos de baile, una coreografía, y ejercicios de “recuperación”, lo que en una tabla de gimnasia normal serían estiramientos. En esto es convencional. Conseguí el DVD cuando ya llevaba varios meses practicando danza oriental, y está pensado para principiantes, así que los movimientos me parecieron muy sencillos. Aún así, creo que sería pésimo para una principiante total, porque Dolphina no explica nada de lo que hace: lo demuestra, y punto. La única forma de intentar aprender algo es imitarla. Otros vídeos repiten un movimiento varias veces, o dicen cómo no hacerlos, porque se anticipan al error de la principiante. Por si esto fuera poco, no es una bailarina especialmente buena, ni en técnica, ni en elegancia, ni en personalidad. Tiene una actitud sexy, pero sus movimientos no son especialmente sexys, y además, no es un vídeo de exhibición sino para aprender, y enseñar a ser sexy tiene poco sentido; es algo que va con la "personalidad en escena" de cada bailarina.

Sin duda, lo peor del DVD con diferencia es el montaje. Hay demasiados primeros planos de la cara de Dolphina, y un primer plano de una cara es lo último que necesitas si estás intentando aprender a mover las caderas. Otras veces hay primeros planos de partes del cuerpo que no quieres ver tan de cerca, como los pies o la cintura. Hay un par de momentos en los que Dolphina ha demostrado un movmiento de cadera, y dice "y ahoravamos a combinarlo con los pies"... ¡y en ningún momento se vé qué está haciendo con los pies! Este vídeo, bien montado, habría pasado de ser inútil, un 2 sobre 10, a ser pasable, con un cinco o un seis.

Un último detalle, este ya de gusto personal: Dolphina está demasiado delgada. Se le adivinan las costillas, y en las ondulaciones se le marcan los huesos de la pelvis. Lo cual no es necesariamente un problema, pero no escoge ropa que disimule este defecto, sino que lo subraya.

jueves, septiembre 01, 2005

Botón de enlace.

Zifra es un encanto, y cuando le pedí que me hiciera un botón para los enlaces a esta página se estuvo peleando un par de días con dos fotos diferentes. El resultado lo podeis ver en el margen, y aquí:

Danza Oriental

y si queréis enlazarme desde vuestro blog,pues ya podéis hacerlo con colorido.

martes, agosto 30, 2005

De parte de Knickers

Knickers (link en inglés) pone en su blog listas de cosas sobre ella bastante a menudo, y el último cuestionario me ha gustado para traducirlo y adaptarlo un poco a la danza oriental. Tomadlo como una introducción más detallada a las cosas que me gustan.

7 cosas que me gustaría hacer alguna vez en mi vida:

1. Ver danza oriental en vivo en los países donde se practica, como mínimo un estilo totalmente popular, además de en alguna sala de fiestas de Egipto.
2. Tener un traje totalmente espectacular.
3. Volver a bailar en público, esta vez sola.
4. Coreografiar Kidda, una maravillosa canción entre pop egipcio y techno occidental de Natacha Atlas (Habibi lish, habibi lish...)
5. Aprender a tocar los crótalos.
6. Eliminar la asociación entre la danza oriental y el strip-tease.
7. Invitar a Morocco a bailar en Sevilla.

7 cosas que puedo hacer.

1. Círculos de cadera egipcios.
2. Vibraciones de hombros.
3. Vibraciones de cadera al mismo tiempo que ando.
4. Círculos pequeños con las caderas al mismo tiempo que ando.
5. Círculos con la caderas al mismo tiempo que giro.
6. Bailar con un velo sin que se me líe a la cabeza.
7. Bailar cualquier otra cosa como si fuera danza del vientre.

7 cosas que no puedo hacer.

1. Casi cualquier ondulación.
2. Ponerme de rodillas en el suelo y dejarme caer hacia atrás (eso no es danza oriental propiamente dicha, forma parte de variaciones ocidentales del baile, pero bueno)
3. Sostener cualquier cosa en equilibrio sobre la cabeza. Ni un bastón, ni un shamadan, ni nada de nada.
4. Ondular y andar a la vez.
5. La "vibración egipcia", que empieza en las rodillas en vez de en las caderas.
6. La vibración-rotación, círculos de caderas extremadamente rápidos.
7. Bailar de forma provocativa.

7 cosas que me gustan de la danza oriental.

1. Me gusta verla,como forma de baile me parecía maravillosa, mucho antes de practicarla.
2. Me pone en forma sin hacerme daño (y con mis problemas de espalda, esto es una prioridad)
3. Me pone en forma sin aburrirme.
4. Aumenta la autoestima, porque a veces es difícil y superarme es un reto.
5. Me ha servido para conocer a gente interesante.
6. ¡Los trajes son preciosos!
7. Me gusta la música que se utiliza incluso para escuchar, no sólo para bailarla.

7 bailarinas favoritas.

1. Mi profesora.
2. Morocco.
3. Sahra Saeeda
4. Mi amiga Liz.
5. Leyla Jouvana.
6 y 7 Algunas compañeras de clase, aficionadas que le echaban muchas ganas.

sábado, agosto 27, 2005

Técnicas de vibración

De momento los lectores de este blog son tímidos y no dejan comentarios, pero el contador de visitas invisible me dice qué buscaba quien me ha encontrado en un buscador. De forma que si alguien entra en Google y pone "bailarina del vientre strip-tease sensual" y el invento lo trae hasta aquí, pues yo me entero.

Todavía no ha llegado a Sólo Cuando Bailo nadie buscando porno barato, peró si hay alguien en Argentina que ha buscado "técnicas de vibración en danza oriental". Saludos a esta persona con ganas de aprender, y me parece una estupenda idea para más de una entrada del blog.

Una vibración es un movimiento muy rápido, así de simple. La gracia está en conseguir que vibre una sola parte del cuerpo: por ejemplo, sólo los hombros o sólo las caderas. Es difícil explicar por escrito, pero si piensas, por ejemplo, en un movimiento de las caderas arriba y abajo, si vas al ritmo de la musica el movimiento es rápido, y si te mueves el doble de rápido que la música, ya es una vibración. No realizamos vibraciones con música lenta, claro.

Hay muchísimos tipos de vibración. Algunos pertenecen a estilos concretos de danza: la vibración Hagallah con música hagallah, la vibración Ghawazee con música Ghawazee, la vibración de las manos con los bailes de Arabia Saudí, y así todo. Pero algunas vibraciones son de uso general; a partir de aquí espero no meter la pata porque todo mi vocabulario es en inglés y voy traduciendo:

-La vibración vertical de caderas (o vibración "arriba y abajo", en inglés "up & down shimmy"): con las rodillas ligeramente dobladas, y la espalda recta pero relajada, las caderas se mueven arriba y abajo lo más rapidamente posible. Es importante no contraer los músculos de las piernas ni los glúteos, porque si no, aunque nos movamos rápido la vibración será mínima. Es mejor empezar al ritmo que cada una pueda, ir ganando fuerza, potencia, y preocuparse más por la postura que por la velocidad: se pueden tardar unas cuantas sesiones de práctica en tener la espalda derecha, sin arquearla (¿recuerdas a tu madre diciéndote: "¡Ponte derecha!"?) pero sin contraerlos glúteos a la vez.

-La vibración horizontal de caderas (o vibración "twist" o "twisting shimmy"): Con las rodillas ligeramente dobladas y la espalda recta pero relajada (¿A que esto te suena?, las caderas se mueven girándolas ligeramente desde la cintura. Miras hacia adelante, el tronco no se mueve para nada, y las caderas giran unos 45 grados a la derecha y a la izquierda. Puede ser un paso lento o una vibración y es la mejor vibración para andar.

Otro día comento más tipos, variantes que los hacen difíciles, y recomiendo algún DVD.

jueves, agosto 25, 2005

La danza del vientre no existe

¡Anda!, ¿qué sorpresa, no?

No hay que ser un experto para saber que no hay “un” baile flamenco, sino “palos” o estilos. No vamos al teatro esperando ver bailar sevillanas. No bailamos fandangos en la Feria de Sevilla. No se bailan bulerías con la música de las soleares (vamos, no que yo sepa). La danza oriental es lo mismo. Dejo la discusión sobre estilos para otro día, pero es importante saber que hay muchos estilos para entender lo que voy a decir a continuación.

El estereotipo occidental de la danza del vientre es que la practican mujeres para excitar o entretener a hombres, ya sean bailarinas profesionales en un local, o esposas o concubinas en un harén. Este estereotipo tiene unos 150 años, y la danza tiene por lo menos mil, si no más.

Queremos pensar que los pueblos orientales, árabes, musulmanes o como los queramos llamar son muy diferentes de nosotros, y no es así. Todas las sociedades se parecen más de lo que quieren reconocer. La idea de una civilización en la que las mujeres están encerradas en casa tiñéndose las manos de henna, contándose historias, y aprendiendo sofisticadas técnicas sexuales hasta que el hombre de la casa las llama, puede resultar muy atractiva como fantasía a algunos hombres, pero desgraciadamente no es muy práctica. Quizá la aristocracia pueda vivir así, pero no la gente corriente. No discuto la posible existencia de mujeres orientales como las cortesanas occidentales o las geishas japonesas (no prostitutas, sino dedicadas al entretenimiento de los hombres), pero las mujeres tienen más funciones sociales en las sociedades en las que la danza oriental es autóctona.

Decía que todas las sociedades se parecen. Muchas tienen una fiesta en la que una vez al año es normal bailar en la calle (en Sevilla se llama Feria de Abril, en otros sitios se llama otra cosa). Los hombres tienen un punto que no quieren llamar coquetería, pero sí quizá vanidad (y hacen pesas, y se ponen colonia, y se compran un coche nuevo). En muchas, cada sexo parodia al otro y cuenta chistes que empiezan “¿Sabes por qué los hombres......?” Las mujeres se reúnen para cotillear. En todas las sociedades hay bodas, y en casi todas las bodas se baila. A menudo, tambiñen se baila en los rituales que convierten a los recién nacidos en personas (por ejemplo, un bautizo) o a los niños en adultos (como la primera comunión, la fiesta de cumpleaños de los quince o dieciséis, o cumplir dieciocho años). En algunas sociedades, incluso se baila a veces porque sí, porque hoy toca fiesta. Pues bien, todos estos momentos que nos resultan familiares también se dan en otras culturas, y en Oriente Medio y el norte de África algunos de estos momentos importantes en la vida se celebran bailando. Adivina cómo.

Vuelvo a sacar las comparaciones con algo occidental. Los bailes de salón son el mejor ejemplo. Imaginad alguien que no conozca nuestra cultura para nada, por ejemplo un chino del siglo XV, y que vea a dos novios españoles rompiendo el hielo en el baile de su boda, bailando un vals recién aprendido. Ella lleva un vestido con un escote bastante amplio, descubriendo los hombros. Y se miran a los ojos, claro, mientras los invitados los miran a ellos y comentan si bailan con gracia o si son unos sosos. Nuestro chino del siglo XV podría escandalizarse de la seductora semidesnudez del vestido de esta chica, unida a lo inmoral que es que alguien baile vestido de luto (para los chinos, el blanco es el color del luto). Que los novios muestren afecto en público le parece incomprensible. Que se toquen, escandaloso. Volvería a China explicando que en Occidente las parejas bailan una parodia de acto sexual en público, con los cuerpos tocándose, mientras los invitados a la boda comentan las capacidades sexuales o fértiles que se adivinan en la pareja según lo bien que se muevan. Y entonces, en China, el vals simbolizaría lo más decadente y sensual de la cultura europea. Algo parecido a este malentendido es lo que le ocurre a la danza oriental.

domingo, agosto 21, 2005

La información es poder

Estos días en los que no he puesto nada en el blog he buscado un poco de información a través de google. La situación de la danza oriental en España es casi invisible en Internet; pocas páginas personales de bailarinas, músicos o aficionados, ni un solo blog, muy pocas páginas de escuelas. En inglés sí hay muchísima información (y entonces el problema es filtrarla, claro), ya que hay mucha afición en Estados Unidos. Hay varios estilos de danza del vientre que son específicamente americanos, como la danza "tribal" o lo que llaman "American Belly Dance". Otro día daré definiciones.

Una muestra de las consecuencias de la falta de información es que como en muchos países la danza oriental es característica de los gitanos o romaníes, y en España el flamenco tradicionalmente también, una bailarina del vientre americana interesada en profundizar en la historia y cultura del pueblo gitano acaba, más pronto o más tarde, aprendiendo un poquito de flamenco. Bueno, flamenco. Mi profesora era experta en bailar la zambra mora, y fíjate que curioso: la primera página de Google cuando buscas esas dos palabras tiene cinco páginas en inglés, una en italiano, y dos en español. En cualquier caso, el baile siempre expresa la personalidad, y cuando esas bailarinas americanas bailan su propia interpretación del flamenco, se nota su estilo preferido de danza oriental, atlético, sexy, tímido, o como sea. Incluso cuando los movimientos son iguales, no bailan igual que se baila en España. Hasta aquí, normal. Lo que no es normal es que esa falta de información llevara a un grupo de seis mujeres que vi hace unos meses en Syracuse (Estado de Nueva York) a bailar un pasodoble ¡con movimientos flamencos! Me costó trabajo no reírme, pensando en qué pensarían en Egipto si me vieran bailar, no sé, su música con una coreografía de estilo turco o algo así.

Moraleja práctica: si buscas clases de danza oriental, pregunta a la profesora cuál es su especialidad, o si estilo favorito, y por qué. Pregúntale si ha aprendido en el extranjero, o en Occidente con profesoras nativas. Pídele que te recomiende algún libro: no porque yo quiera que lo leas, sino para ver qué contesta, porque ninguna profesora que se precie sabrá bailar sin haberse interesado aunque sea sólo un poco por la cultura y la historia que tiene detrás.

martes, agosto 16, 2005

Las bailarinas orientales, ¿están gordas?

Hace poco he visto por unos segundos en televisión bailando flamenco a dos mujeres que no podían ser más diferentes: Sara Baras y La Farruca. Para algunos, la imagen mental de una mujer bailando flamenco es una gitana algo mayor, e inmensa. Bien gorda. Para otros, es justo lo contrario. Pues en la danza del vientre es igual: hay de todo.

Por puro sentido común, una profesional que baile un mínimo de una o dos horas diarias no puede estar gorda: está quemando demasiada energía. Puede estar llenita, redondita, si esa es su constitución. Lo que ocurre es que es posible ser una bailarina excelente estando gorda (si es posible practicar, y practicar, y practicar hasta ser excelente, y aún así no quedarse delgadita y musculosa): a diferencia del ballet, la danza contemporánea, la gimnasia rítmica, o el musical estilo Broadway, por poner algunos ejemplos, el peso no va en contra de la bailarina oriental.

Al igual que en flamenco hay muchos palos, y unos van bien con un cantante y otros no, el tipo físico de la bailarina dicta que algunos movimientos lucen más que otros. Una bailarina gorda o de carnes blandas (que no es lo mismo: se puede estar delgada y con el músculo sin tonificar) puede vibrar mucho con poco esfuerzo. Es decir: el mismo movimiento rápido produce en una bailarina fofa mucha más vibración que en una bailarina atlética. Esa bailarina atlética de músculos definidos probablemente tenga más gracia y elegancia al mover los brazos y al realizar ondulaciones. Además, una falda de talle bajo y que enseñe la zona central le sentará mejor a una bailarina que, con o sin barriga, tenga la cintura estrecha. La bailarina de cintura ancha o caderas estrechas tendrá que mover las caderas con más energía para que su trabajo se vea bien.

Más ejemplos de cómo la figura influye en el baile: una bailarina de poco pecho y otra que lo tenga abundante tienen la misma musculatura, pero la primera podrá sentirse más cómoda al realizar movimientos de la caja torácica. El mismo movimiento, que en esa bailarina parece correcto técnicamente, atlético, elegante, en la segunda bailarina resultará mucho más sensual, y más descarado.

Una bailarina alta y esbelta puede sentirse torpe, y puede que tenga que luchar contra años de intentar encogerse, pero una vez que supera los complejos, las ondulaciones de cualquier parte del cuerpo le lucen más. Una bailarina más bajita ondula menos, pero los ojos del público no se distraen con tanto brazo y tanta pierna, así que podemos concentrarnos en el trabajo de las caderas.

Las mejores bailarinas que he conocido tenían cada una un físico diferente. Sin dar nombres, por ser diplomática, puedo poner como ejemplos a una mujer muy bajita; a otra perfectamente plana de pecho, pero nada plana de todo lo demás, y de cintura y caderas casi iguales; a una alta y atlética, con el culo bajo; a una redondita, no gorda pero sí con las caderas anchas. Y como cada una conocía muy bien su cuerpo, bailaba en el estilo que le resultaba más natural, y siempre estaban estupendas.

Así que, ¿las gordas bailan? por supuesto. Pero a las canijas, las dejamos que bailen también.

sábado, agosto 13, 2005

Danza y Yoga

Al yoga le tengo muchísimo respeto. Conozco muy poco sobre el tema, la verdad, pero lo poco que sé me resulta útil. Practiqué algo de pequeña, pero he olvidado casi todo. Durante un tiempo, mis clases de danza tenían lugar en un estudio de yoga, así que un día curioseé una revista, y vi una foto de una postura que me pareció interesante para el fortalecimiento de los hombros: la cobra. A partir de ahí, investigué un poco por internet y añadí algunas posturas (o "asanas") de yoga a mi calentamiento. Suelo hacer la postura sobre los hombros, el arado, la cobra y el niño, en ese orden, antes de empezar mi calentamiento, la pinza vertical a medio calentamiento, y acabar la sesión de baile con "la pinza". Estos movimientos de yoga, sobre todo la cobra, me han dado la flexibilidad necesaria para hacer algunos movimientos, como el puente.

En ese enlace de la derecha, podéis encontrar instrucciones precisas y seguras para realizar algunas de esas posturas, aunque parecen traducidas del inglés bastante torpemente.

Presentación de la autora

Ya que llevo unos cuantos posts hablando de danza oriental, habrá que explicar quién soy y por qué hablo de este tema.

Lo primero: no soy ni una experta, ni profesora, ni bailarina profesional. Llevo practicando danza oriental un poco menos de un año (cumpliré un añito en octubre). Había visto un poco de danza del vientre en televisión, y en vivo, y me parecía poco menos que imposible. Pero hace ahora un año me fui a estudiar a una universidad americana que ofrecía muchísimos cursos de educación física.

Estaba yo en el gimnasio el día de las matriculaciones, con todos los profesores sentados detrás de sus mesitas para dar información, e intentando decidir si me apuntaba a Yoga, a Taichi o a los dos a la vez, cuando oí una radio atronando música árabe. Me picó la curiosidad, me acerqué, y June me pareció tan simpática que no pude resistirme. En ese año, además de ser alumna de June, asistí a un taller intensivo de fin de semana que fue una de las mejores experiencias de mi vida, y participé en un festival de música y danza (a diferencia de aquella chica que conocí, sí me veo capaz de bailar en público, pero no de dar clase). Y pude comprar muchos DVDs para practicar cuando no tuviera profesora (ya pondré por aquí reseñas).

Ahora que vivo en Sevilla, no estoy recibiendo clases, así que tengo que practicar sola. Cuando empiece el curso, me apuntaré a alguna escuela. En mi ciudad hay varias; las que tienen página web no dan suficiente información sobre horarios, niveles de dificultad y estilos para el curso 2005-06. Cuando escoja una de esas escuelas, lo haré con cuidado, y probablemente no me corte a la hora de decir aquí porqué he escogido una y no otra.

No digo todo esto porque crea que una introducción personal sea necesaria, sino para que se sepa por qué y con qué conocimientos escribo. Esta bitácora tiene la ventaje de no tener ningún interés económico (si aparece alguna coautora que sí lo tenga, avisaremos) y de ahí proviene una sinceridad brutal (si me encuentro por ahí con una mala profesora, bailarina, DVD o lo que sea, os enteraréis, eso seguro). Por esa misma sinceridad, hay que avisar que quien escribe no es una veterana. Aunque para eso, dadme tiempo.

viernes, agosto 12, 2005

Historia de una foto


nada como un buen montón de flecos.

Sí, ya sé que acabo de decir que a danza del vientre no debería llamarse así, y ahora voy y pongo una foto enseñando cintura (que no barriga, porque quedaba tapada por todos esos flecos). Pero esa foto es un término medio entre poner muchas fotos y algo de colorido y las pocas ganas que tengo de sacar demasiadas fotos mías; un momento de timidez lo tiene cualquiera.

Esta foto se tomó en el Festival de Ítaca (enlace en inglés), de música y danza entre otras actividades, en el que participé hace dos meses. Mi primera profesora de danza oriental, la maravillosa June, tomó parte junto a sus tres compañías-en-una. Chandani tienen un nivel avanzado, profesional; Ishtar's daughters empezaron como de nivel intermedio-bajo y ahora son intermedio-alto, y Farowla (si se visten de rojo) / Fairuze (si las mismas se visten de azul) son de nivel intermedio-bajo a principiante. June tuvo el detalle de dejarme bailar el número completo de Fairuze y en la mitad de la intervención de Ishtar's Daughters.

El Festival comenzó con un desfile, en el que llevábamos velos porque el título de esta edición era "Catch the Wind", "atrapa el viento". Bailar con velos al aire libre no es buena idea, pero en un desfile, sin coreografía, jugar con ellos sin hacer movimientos arriesgados para no acabar con el velo enredado a la cabeza, quedó espectacular.

Como yo sólo tenia un vestido adecuado, para no repetir tuve que improvisar un traje el día del desfile. El improvisado es el de la foto: un top muy corto, una falda larga, mi cinturón de monedas, y un mantón triangular como los de flamenca, al que bordé sobre los flecos de tela otros de pedrería. Brillitos, que no falten.